...que he dejado pasar unos días para actualizar el blog y resulta que van ya 5 o 6 semanas.
....qué locura! Cómo se me va el tiempo de las manos sin apenas darme cuenta...
Llevo unos días pensando mucho en el paso del tiempo.
Tengo una nena de once años, once preciosos años que me ha regalado con su eterna sonrisa, con sus palabras amables y cuidadas, con su mirada siempre pendiente de mi.
Elena ha sido un bebé maravilloso, una niña de un inmenso corazón que irradia paz a todo el que está a su lado.
No creo que ser su madre influya mucho en su forma de ser, de verdad siento que ella viene así "de serie"; por lo tanto no me creo autora de un ser tan maravilloso, simplemente me siento honrada de tenerla a mi lado.
Estaréis pensando..a dónde quiere llegar????
Jejeje...
Me pregunto si cambiará.
He notado ya algunos pequeños "conflictos" en su cuerpo, por ejemplo su pelo lacio y rubio ha pasado a ser rizado y más castaño,...y ella empieza a revelarse ante ese paso del tiempo.
Hablamos y le cuento que las mujeres debemos aceptar con mucha conformidad nuestros cambios, que no nos queda otra...pero también con mucha alegría porque es la prueba clara de que todo va bien y de que crecemos.
La prueba clara de que estamos llenos de vida.
Imagino que recordaréis todos esa etapa.
Parece que tu pequeño mundo se hace inmenso y todo es más complicado.
Ni tú mismo te entiendes a veces.
Ahí quiero estar yo cuando su mundo se tambalee, apoyándola y devolviéndole todo el amor que ella me ha dado estos años; ayudándola a crecer, a superarse, a emprender nuevas rutas, a atreverse con el futuro.
Es lo mínimo que una madre debe dar a su preciosa niñita, no creéis?
Mientras todo llega, le he hecho una página recordando su dulzura, la niña que es hoy y los cimientos que tiene para ser una buena mujer mañana.
Me apetecía compartirlo con vosotros
Espero que os guste
Feliz semana!!!
